Calidad de la atención médica
Las
intervenciones de atención de salud se realizan con el propósito de beneficiar
a los pacientes, pero también pueden causarles daño. Los eventos adversos,
efectivamente, ocurren con demasiada frecuencia. Actualmente la Organización
Mundial de la Salud (OMS) calcula que en los países desarrollados hasta uno de
cada diez pacientes sufre algún tipo de daño durante su estancia en el
hospital. Los eventos adversos pueden deberse a problemas en las prácticas, los
insumos, los equipos o los procedimientos, todos ellos elementos de un sistema.
Además de su costo en vidas humanas, los errores prevenibles tienen otros
costos significativos, tales como el económico. La causa más común de los errores
no está en los individuos de forma particular, sino en las fallas del sistema,
los procesos y las condiciones que llevan a la gente a cometer errores o fallas
en la prevención de los mismos. Culpar a alguien en particular cuando un error
ocurre, no ayuda a hacer el sistema más seguro ni a prevenir que alguien más
cometa el mismo error en el futuro. La calidad es una combinación de
beneficios, riesgos y costos, en donde lo fundamental es ofrecer los mayores
beneficios con los menores riesgos posibles y a un costo razonable. La atención
médica, para ser de calidad, debe ser segura, eficaz, eficiente, equitativa,
oportuna y centrada en el paciente. La seguridad del paciente es la reducción y
la mitigación de actos inseguros dentro del sistema de salud, para lo cual se
llevan a cabo actividades específicas para evitar, prevenir o corregir los
eventos adversos. Diversas instituciones internacionales han propuesto
recomendaciones universales para mejorar la seguridad de los pacientes.
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